Seguridad Eterna o Responsabilidad

Seguridad Eterna o Responsabilidad

 

 

La seguridad eterna: la creencia en que la persona que acepta a Jesucristo como su Salvador, nunca más podrá apartarse de la fe. La seguridad eterna suena como una gran idea; pero por medio de esta doctrina, creyentes creen que pueden cometer cualquier pecado sin sufrir las consecuencias de sus acciones. Ellos son de la opinión que no importa vivir una vida consagrada porque su salvación eterna esta asegurada. 

 

Me quedo asombrado al pensar qué la mayoría de las personas no se preocupan por su salvación eterna. La Biblia dice que pocas personas escogerán hacer el cielo su hogar eterno (San Mateo 7: 13-14). La Biblia y la humanidad están en conflicto el uno con el otro porque la mayoría de la gente espera que al dejar este mundo, ellos se van al cielo.

 

No es accidente que la mayoría de la humanidad esta engañada acerca de su destino eterno. Satanás, que es el enemigo de la humanidad, ha hecho la condenación de almas su trabajo principal. Por supuesto, todos los que han sido engañados por el diablo a creer su mentira sólo puede culparse a si mismo.

 

Satanás no golpea la puerta pidiéndole permiso y diciendo, "¿Perdón, lo puedo engañar a perder su alma eterna?" El diablo y sus ángeles caídos tienen un plan mucho más liso. Ellos trabajan las 24 horas del día, siete días a la semana, inventando esquemas nuevos para tener a la humanidad siguiendo senderos que aparecen ser celestiales, pero que en realidad son caminos que los llevan a un callejón sin salida llamó “el infierno.”

 

La enseñanza de la seguridad eterna tiene que ser uno de los instrumentos favoritos del diablo para engañar a creyentes. Con esta enseñanza es fácil descuidarse y rechazar el plan de salvación.

 

De inmediato, la alarma debe haber sonado cuando se dijo al principio que por medio de la enseñanza de la seguridad eterna creyentes se creen que pueden pecar sin preocupación.

 

Estoy asombrado que hay muchas personas que tienen esta doctrina tan contraria a la Palabra de Dios como su instrumento de salvación. Jesús dijo, "Mas el que persevere hasta el fin, esté será salvo" (San Mateo 24:13). Es ridículo, pensar que alguien pueda clama a Jesús como su Salvador y seguir viviendo una vida de iniquidad. Jesús nos dice en San Mateo 7:23 que cuándo Día del Juicio llegue, Él les declarará, "...Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad."

 

 

La Necesidad para la Imparcialidad

Estoy familiarizado con el amor que le tiene la gente a la enseñanza de la seguridad eterna. Algunas personas se enfocan tan fuertemente en esta doctrina, que se les cierra la mente hacia alguna otra opinión y parecen bóvedas de acero, selladas a cada lado.

 

Espero que estas personas hayan verificado con la Palabra de Dios antes de encerrarse en sus bóvedas de error. De repente, varias personas me han confesado que ni saben adonde la Biblia habla sobre la seguridad eterna, pero que si saben que dice algo sobre aquello.

 

¿Quién con sentido común compraría una casa sin primero irla a ver? ¿Entonces como es posible que haya personas quienes invierten su destino eterno en una doctrina que no han investigado completamente?

 

Una de las razones principales por la cual la epístola de Santiago fue escrita, era para combatir la doctrina de seguridad eterna. Cuando señalo el comentario de la epístola de Santiago 2:26 que dice, "Porque como el cuerpo sin el espíritu esta muerto, así también la fe sin obras esta muerta," las personas simplemente rechazan lo que esta escrito.

 

A veces la gente reacciona de varias maneras. Me preguntan sobre la versión de la Biblia en la cual se encuentra aquel verso. Otros me preguntan si así estaba escrito el verso en el griego, el idioma original. Me preguntan si el resto de la Biblia dice lo mismo. Y a veces no tienen reacción ninguna.

 

Cuando era un Cristiano joven, escuche el mensaje sobre la seguridad eterna y me pareció maravilloso. Pero aunque era joven, yo fui sabio y verifique aquella doctrina contra enseñanzas opuestas, y encontré bastantes. Por eso les pido que por favor se mantengan imparciales al leer este artículo.

 

 

 

Una Triple Advertencia

 

Al hacer mis investigaciones para este artículo, primeramente buscaba advertencias que les correspondieran aquellos cristianos que piensan que pueden seguir viviendo en el pecado. Al examinar el libro de Ezequiel, encontré un pasaje que sirve como una buena advertencia tanto para los inconversos, como también para aquellos cristianos rebeldes, y también a todos los líderes cristianos. Y dice:

·        Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma. Si el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su pecado morirá, y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria; pero su sangre demandaré de tu mano. (Ezequiel 3:19-20)

No debemos sobrepasar la advertencia a los líderes cristianos. Me imagino que la mayoría de los predicadores creen en la seguridad eterna. No les voy hacer escándalo aquellos quienes enseñan la doctrina de la seguridad eterna, pero si diré que enseñar más bien sobre la responsabilidad cristiana es mucho mejor.  

 

 

La Gracia de Dios Demanda Responsabilidad

 

En la Biblia hay varios pasajes en los que Dios nos promete el regalo de la vida eterna. Pero los problemas comienzan cuando la gente piensa que no necesitan demostrar responsabilidad hacia el regalo de vida eterna que Dios nos ha dado.

 

He leído los libros de varios autores que creen en la doctrina de la seguridad eterna, pero ellos apenas respaldan esa doctrina con versos que demuestran el compromiso que Dios ha hecho para salvarnos. Al descuriñir mas profundamente, encontré evidencia que enseña que todos los que están bajo de la gracia de Dios tienen que aceptar cierta “responsabilidad.”

·        No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos; sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? (San Mateo 7:21-22).

 

·        Te encarezco  delante de Dios y el Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación ye en su reino (1 Timoteo 4:1).

 

·        Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste rearé yo de mi libro (Éxodo 32:33).

 

·        El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles (Apocalipsis 3:5).

 

·        Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio (Hebreos 5: 4-6).

 

·        ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? (San Lucas 6:46)

 

 

 

Dios no da Exención de la Obligación

 

Usted puede abrir su Biblia a cualquier página y encontrar referencias demostrando que Dios odia al pecado. En ningún lugar en la Biblia entera, puede usted encontrar alguna referencia en la cual Dios aprueba de la iniquidad. En varios lugares Dios enumera la clase de conducta que Él simplemente no tolera. Al leer los siguientes versos yo no encontré ninguna exención que Dios le ofrece al cristiano para poder ignorar sus advertencias.

·        Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él (1Juan 3:15).

 

·        También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismo, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita (2 Timoteo 3:1-5).

 

·        Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda (Apocalipsis 21:8).

 

·        Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno (2 Pedro 2:20-22).

 

·        Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón con el tal ni aun comáis (1 Corintios 5:11).

 

 

Licencia para Pecar

 

Es obvio que el problema principal que la doctrina de seguridad eterna promueve es la noción de que el cristiano puede vivir una vida tan llena de pecado que hasta el mismo diablo se negaría asociarse con el. Aquellos que enseñan la doctrina de la seguridad eterna no mencionan el hecho que al adoptar esta doctrina, la gente la usa como permiso para pecar. Me recuerdo de un tal ejemplo:

 

Un día estaba conversando con un señor acerca de las profecías Bíblicas. Aquel señor estaba fumando. Normalmente, a mi no me molesta cuando otros fuman, pero de repente también comenzó ha usar malas palabras en su conversación. Eso sí me molesto.

 

Pensé que sería buena idea preguntarle sí él pensaba que era posible que cristianos se podían perder de la oportunidad de irse en el rapto. Por supuesto, él no pensó que era posible que cristianos pudieran rechazar la fe de tal manera que se quedarían del rapto. Seguimos conversando, y el señor siguió fumando cigarrillo tras cigarrillo, usando vulgaridades, y hasta hablando de personas de ciertas razas de manera muy racista.

 

Después él señalo al cigarrillo que estaba fumando y me dijo, “es la voluntad de Dios que fume, si no lo fuese así y Él quiere que deje de fumar, entonces Él me lo dirá.” Le hubiera preguntado si también es la voluntad de Dios que cristianos cometan adulterio o abusen a sus hijos. Sabía que había personas que adoptaban tales creencias, pero nunca me había comunicado con una.

 

Pues, después de haber pasado varias horas escuchando su teología sobre “la voluntad de Dios,” bruscamente le dije, “me parece que mas bien aquel cigarrillo que tienes en tu mano es tu dios, y hasta que pongas a Jesucristo como el rey de tu vida, nunca vas entrar al reino del cielo.”

 

Su reacción me sorprendió. Muy vulgarmente el me dijo que Dios no dejaría a ni uno de sus hijos al regresar del cielo. Lo que me sorprendió fue de su reacción no fue las groserías que el dijo, sino mas bien el hecho de que él no se daba cuenta de que sus creencias y su comportamiento estaban día métricamente opuesto a lo que verdaderamente dice la Biblia.

 

 

 

Pocos lo Encuentran

 

En los Estados Unidos aproximadamente 84% del público se consideran “cristianos” y 57% son miembros de alguna iglesia. Al preguntarles si ellos creen que van a ir al cielo, más de 90% de todos los americanos creen que el cielo es su destino final.

 

A pesar de tan gran optimismo que tienen estas personas, Jesús dijo en el libro de San Mateo 7:13-14, “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.” Ósea, que son pocos los que verdaderamente serán salvos. Toda mi vida yo le he preguntado a la gente en que doctrina ellos creen. Desafortunadamente, e caído en cuenta que la mayoría de la gente a adoptado la doctrina de seguridad eterna.

 

Varias personas me han dicho que ellos han establecido su seguridad eterna al convertirse en cristianos. Pero estas mismas personas fuman, mienten, hablan vulgarmente, y desengañan a los demás. Para comprobar que Jesucristo no estaba mintiendo, la doctrina de seguridad eterna tiene que ser absolutamente falsa.

 

Sabiendo que es tan difícil entrar al cielo, es un poco ridículo que alguien ofrezca una “garantía de entrada al cielo con oportunidades sin limite para pecar como nos de la gana.” Nuestra reacción a tal oferta debe de ser, “retirase de mí, Satanás.”

 

 

Algunos Ejemplos de la Biblia

 

Saúl, el rey de Israel

Muchos predicadores le dirán que Saúl, el primer rey de Israel fue salvo antes de morir. Aunque ellos crean eso ¿que dice la palabra de Dios sobre el destino que le toco a Saúl?

 

·        Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó, y porque consultó a una adivina, y no consultó a Jehová; por esta causa lo mató, y traspasó el reino a David hijo de Isa (1 Crónicas 10:13-14).

 

Sí esos versos son descripción de un glorioso viaje  al cielo de un creyente fiel, entonces no entiendo bien la palabra de Dios.

 

 

 

Ananías y Safira

 

Los que creen en la doctrina de la seguridad eterna también dirán que Ananías y Safira murieron salvos. ¿Pero que dice la Biblia?

 

·        Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? Y vendid, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron. Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido (Hechos 5:1-10).

Estas dos personas fueron mentirosas. ¿Que dice la Biblia sobre aquellos que son mentirosos? Apocalipsis 21:8 dice, “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”

 

 

Aquellos que Cambian de Opinión

 

Otro argumento muy extraño que proponen los de la doctrina de seguridad eterna es que cuando alguien se convierte a la cristiandad, esa persona nunca se puede cambiar de pensamiento. Ósea, no hay escape después que alguien se convierte a creyente. No tengo ni la menor idea de la clase de Biblia de adonde salió esta doctrina.

 

La segunda epístola de Pedro 2:21 dice, “Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.” Pedro demuestra que tanto es posible para el creyente rechazar el camino de la verdad, como lo es posible que aquel creyente pase la eternidad [apartado de Dios] lamentando esa decisión.

 

Una excusa que siempre me dan para explicar la razón por la cual hay creyentes que se vuelven atrás es la idea que aquellos creyentes nunca fueron creyentes verdaderos. Yo conozco personas que fueron salvos milagrosamente, sin embargo ellos después rechazaron el camino de la verdad. Sí la salvación de aquellos no era legítima, entonces eso pone en duda las confesiones de salvación de todos.

 

 

Causar que Su Hermano Tropiece

 

Si por su puesto los que enseñan la doctrina de seguridad eterna fueran de alguna manera correctos en su posición, ellos aún estarían en error por causa de lo que enseño el Apóstol Pablo en la epístola a los Romanos 14:14-20.

 

El Apóstol Pablo dijo que “aunque nada es inmundo en sí mismo, para aquel que piensa que algo es inmundo, para él lo es.” Entonces no es debido que alguien sabiendo que para él no es nada malo comer comida sacrificada a ídolos coma de aquella comida si lo ve un hermano que sí considera comer esa comida algo malo. “Si por causa de la comida tu hermano es contristado,” dice el Apóstol Pablo, tu hace que tu hermano tropieza en la fe. “No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió.”

 

Entonces consideres lo que dijo el Apóstol Pablo en relación aquella quienes piensan que pueden vivir una vida impura. Si tu eres el único cristiano en tu oficina, y en la próxima reunión de empleados tu te emborrachas, tu le estas enseñando a los inconversos que a Dios no le importa sus siervos se emborrachan.

 

Si fuéramos a confirmar las palabras del Apóstol Pablo con las acciones de muchos cristianos de hoy en día se podría decir que de igual manera sería completamente aceptable que el apóstol Pablo se subiera sobre una mesa para ofrecerle alabanzas a Zeus, el dios principal de los griegos, por la comida.

 

En el libro de San Mateo 18:6, Jesús dijo que, “cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.”

 

 

 

Recompensas

 

Cuando dejemos este mundo atrás, lo único que nos llevaremos son los trabajos de bondad que hemos hecho. En el cielo, las recompensas y el estatus que Dios nos dará va hacer determinado por los actos de bondad que hicimos en la tierra.

 

Si usted es una persona cuya meta es simplemente pasar la vida, pienso que debes reconsiderar tu plan de retiro. Jesús le dijo a sus discípulos, "En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy pues a preparar lugar para vosotros" (San Juan 14:2).

 

Muchos cristianos esperan que Jesús les de una mansión. Pero si nuestras obras de caridad es lo que Jesús esta usando para construir nuestras mansiones celestiales, lo único que algunas personas deben esperar recibir es una choza de barro con un piso de tierra.

 

En la epístola de Gálatas 6:7-8 la palabra de Dios dice, "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segara. Porque el que siembra para su carne, de la carne segara corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segara vida eterna." 

 

¿Si todo lo que usted ha hecho es sembrar a la carne, como puedes pensar que vas a segar alguna otra cosa que de la carne?

 

 

En Conclusión

 

Finalmente, si hubiese algún pequeño trozo de verdad en la doctrina de la seguridad eterna, Jesús hubiera instituido la predicación del Evangelio de una manera muy distinta de la que se hace actualmente. Si fuera verdad que aunque el creyente siga viviendo una vida llena de pecado todavía tiene su salvación  asegurada eternamente, entonces no hubiera necesidad de estudiar la Biblia, orar, pedirle perdón a Dios o ir a la iglesia. Simplemente el evangelista solo necesitaría que cada persona que quisiera ser salvo firmara un documento y ellos se encargarían de lo demás. Así todos serian salvos y nadie se iba al infierno. 

 

Desafortunadamente, por la tanta gente que ha sido engañada por la doctrina de la seguridad eterna, Dios a tenido que ampliar el infierno para poder sostener las millones de almas perdidas que se han encontrado ahí en vez de en el cielo. En el libro de Isaías 5:14, Dios dice, "Por eso ensanchó su interior el Seol, y sin medida extendió su boca; y allá descenderá la gloria de ellos, y su multitud, y su fausto, y el que en el se regocijaba."

 

Aunque no queramos aceptarlo, todos estamos en una carrera con el cielo demarcando la línea final, el final de la carrera. No creo que a Dios le importe demasiado como usted corra esta carrera, sino más bien que usted se mantenga en la carrera y la termine. Me gusta como lo explico un predicador. Él dijo, "Es posible que cuando al fin llegues a las puertas de perlas celestiales, estas tan cansado que será necesario que un ángel te coja de  cado lado para ayudarte entrar."

 

A veces el camino aparece largo y difícil, pero si mantienes la mente puesta en la meta, estoy confiado que la alcanzarás. "Bienaventurado es aquel que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman" (Santiago 1:14).